En esta ocasión vamos a hablar acerca de las camas articuladas y los colchones antiescaras, analizando Cuándo vale la pena utilizarlos y cuáles son los beneficios que pueden aportar a nuestra salud.
A priori, cuando hablamos de Camas articuladas y colchones antiescaras, lo habitual es que pensemos directamente en camas para personas que se encuentran muy enfermas, pero lo cierto es que estamos hablando de alternativas que pueden ser utilizadas para mejorar nuestra calidad de vida y salud incluso para dolencias leves, con lo cual vamos a realizar un pequeño análisis para que conozcáis las razones principales por las que vale la pena utilizarlos.
Las ventajas de utilizar las camas articuladas eléctricas
Todos hemos visto en alguna ocasión una cama articulada, pero lo cierto es que por norma general sin que la hemos asociado con camas para personas que están enfermas o que tienen dolencias graves. Sin embargo, lo cierto es que en la actualidad tenemos la posibilidad de utilizar este tipo de sistema incluso para pequeñas dolencias y problemas que nos puedan surgir, así como para mejorar nuestra calidad de sueño y, por tanto, mejorar también nuestra calidad de vida.
Hay que tener en cuenta que tenemos la posibilidad de elegir entre camas articuladas manuales y camas articuladas eléctricas, siendo evidentemente las seguras mucho más recomendables por su mayor comodidad, especialmente si se trata de camas que vamos a adquirir para personas que realmente tienen algún tipo de padecimiento.
En cualquier caso, algunas de las principales ventajas de las camas articuladas eléctricas son por ejemplo el hecho de que nos ayudan a combatir el dolor en la zona lumbar. Muchos de vosotros trabajaréis delante de un ordenador o de un escritorio, y el estar tantas horas sentados, muy especialmente si no cuidamos nuestra higiene postural, hace que poco a poco vayan apareciendo dolores en distintas partes del cuerpo, ya sea en las lumbares, zona alta de la espalda, cervicales, cuello, hombros, caderas y un largo etc.
En este sentido, las camas articuladas nos van a ayudar a mejorar estas dolencias, ya que no sólo combate el dolor lumbar sino que también ayudan en la relajación de la tensión que se acumula en la zona de los hombros y el cuello.
También es una forma ideal de evitar el dolor que se provocada por problemas de artritis, son ideales para evitar el reflujo ácido gracias a la elevación de la parte superior del tronco, y son ideales para aquellas personas que padecen problemas respiratorios como puede ser por ejemplo el asma.
Además, también son recomendables para los pies y piernas hinchadas, un problema muy habitual de personas que permanecen durante muchas horas de pie, beneficiando aquellos que tienen falta de movilidad de las articulaciones, osteoartritis e incluso problemas en el corazón.
Los colchones antiescaras, necesarios para personas que pasan mucho tiempo en la cama
Y por otra parte tenemos el Colchon antiescaras, otro recurso también muy interesante ya que tiene como cometido principal el de reducir la presión que se ejerce sobre las zonas de apoyo del cuerpo sobre el colchón.
Sin embargo, en este caso estamos hablando de un tipo de colchón que está especialmente indicado para aquellas personas que tienen que mantener una inmovilización prolongada, ya sea por una operación a partir de una lesión, o incluso personas que se encuentran incapacitadas, ya que en estos casos garantiza no sólo la comodidad, sino también la máxima seguridad en relación con el movimiento.
Por supuesto vamos a tener la posibilidad de elegir entre distintos tipos de colchones antiescaras que son los fabricados en espuma, los rellenos de aire y los rellenos de agua.
Estos colchones se adaptan sin problemas a todo tipo de camas, evitando la aparición de nuevas escaras y ayudando en la curación de las ya existentes. Además son fantásticos para mejorar la circulación sanguínea, y logran reducir de forma sustancial la presión en los distintos puntos de apoyo, por lo que sin duda es una alternativa imprescindible para aquellas personas que, por la razón que sea, tienen que pasar varias semanas o incluso meses postrados en la cama.